La cerámica es una herramienta decorativa que permite que cada espacio tenga un estilo muy diferente: desde las inspiraciones más sobrias como la piedra o el cemento hasta las más clásicas como los mármoles blancos, pasando por los efectos metalizados y, por supuesto, la decoración. Desde los orígenes de la baldosa hidráulica, allá por el siglo XIX, las estampas cerámicas han ofrecido la posibilidad de dar un toque decorativo a los ambientes. Hoy, los procesos productivos son capaces de explotar al máximo las nuevas posibilidades de la estampación cerámica para adaptarse a las tendencias actuales, como las inspiraciones naturales. Hablamos de la decoración vegetal, una forma de llevar la estética del exterior al interior.